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HISTORIA
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Alhama de Aragón es conocida desde hace más de dos mil años a causa de sus aguas termales. Probablemente el nombre prerromano de Alhama era Congedus, según lo menciona el poeta bilbilitano Marcial, pero en época romana su nombre era Aquae Bilbilitanorum y allí se ubicaba la mansión nº 25 de la vía que unía Emérita Augusta y Cesar Augusta; sus habitantes eran llamados aquenses.
La dominación árabe deja clara huella en el nombre del pueblo: Alhama deriva de Al-Hammam, que significa “los baños”. De aquella época aún quedan en servicio el Baño del Moro y el Baño de la Mora, dos pilas construidas en la roca de la que mana directamente abundante agua termal. La primitiva fortaleza árabe fue conquistada por El Cid en su destierro hacia Valencia hacia 1070: “Otro dia mouios Myo Çid el de Biuar, e passo a Alfama, la Foz ayuso ua…”-Otro día se puso en marcha mío Cid el de Vivar y pasó frente Alhama, por la hoz abajo va... (Cantar del Mío Cid)- y luego volvió a manos musulmanas hasta que Alfonso I de Aragón la ganó para los cristianos definitivamente en 1122. No obstante, dada su posición estratégica para controlar el acceso por el río Jalón, y el carácter fronterizo de la plaza, aún habría de ser motivo de disputa años más tarde entre castellanos y aragoneses. Así, con las guerras de los Pedros, entre don Pedro I el Cruel de Castilla y don Pedro IV el Ceremonioso de Aragón pasó alternativamente a depender en varias ocasiones de uno y otro reino en el periodo de 1361 a 1366. Esta situación se volvió a repetir en el siglo siguiente, reinando en Aragón don Alfonso V y en Castilla don Juan II, hasta la paz de 1454 en donde se incorporó definitivamente al poderoso reino aragonés.
No hay nada destacable hasta el siglo XIX, donde empieza el apogeo de Alhama con la explotación del agua termal, llegando a alcanzar y mantenerse varios decenios con casi 2000 habitantes. En la actualidad, y tras varios de declive, la instalación de nuevas industrias ha propiciado la recuperación económica del pueblo.
HIJOS ILUSTRES
Don Pedro Gregorio Padilla y Soler, nacido en 1650. Fue obispo de Barbastro y Huesca donde murió en 1734.
Don Pablo Luna Carné, nacido en 1879. Fue un prolífico compositor de zarzuelas. Murió en Madrid en 1942.
Jorge Francisco Tello Muñoz, nacido en 1880. Fue médico, alumno y colaborador del premio Nobel don Santiago Ramón y Cajal.
Don Juan Anlló y Orrío, nacido en 1897. Fue un famoso torero, conocido en su época como "Nacional II" (nacional segundo). Sus tres hermanos, alhameños todos, también se dedicaban al toreo. Murió en la plaza de toros de Soria, pero estaba allí como espectador, de un botellazo en la cabeza.